Imaginémonos la ciudad: la ciudad Hardware, formada por varias realidades, por varios chips diferentes unos de otros que cumplen cada uno de ellos funciones únicas y especificas al igual que los edificios y equipamientos de la ciudad. Dichos componentes no son independientes, sino que se encuentran conectados todos ellos a través de cables, empalmes y flujos, creándose un mundo de vias, calles y carreteras que conectan la ciudad.
Imaginémonos los ciudadanos, los ciudadanos en forma de bytes, unidades que fluyen y recorren dicho hardware, moviéndose de un lugar a otro sin parar, atravesando diferentes dispositivos a través de cientos de componentes donde se llevan a cabo acciones.
Por último imaginémonos la actividad de la ciudad: el software. pues ¿qué sería de la ciudad sin actividad en ell? El software son todas aquellas acciones, actividades, fenómenos y acontecimientos inmateriales que surge a través de los bytes y que dan sentido al hardware, al igual que la actividad da sentido a las ciudades.
En definitiva, la ciudad no es tan diferente a un ordenador, con sus diferentes programas-actividades por donde fluyen sin descanso los bits-ciudadanos.
Miguel
Feb 26, 2014 -
Esto lo dices con la frivolidad de un estudiante de arquitectura -tan acostumbrados a las metáforas simplistas y conceptuales- pero no es broma, la ciudad tiende a tecnologizarse en el sentido de que cada área cumple una función específico, y no hay espacios arbitrarios e incontrolados como antaño. De igual forma, las personas se asocian con una función, quedan reducidas a lo que tú llamas «bytes». Las comunicaciones son simples canales… En el fondo, es una triste tendencia